Doctor, Doctor please!

La habitación era amplia y oscura, pero aún en la penumbra se podía apreciar la foto de la mujer a la que había acudido a ver. Estaba solo. Le pareció extraño que quien lo recibiera fuera una jovencita bastante parecida a la mujer de la foto, pero guardó sus sospechas, creyó que serían familiares. Después reapareció la jovencita y le comunicó que la dama no le podría atender, pero si su fin era dejar algún mensaje, ella podría tomarlo y se lo comunicaría. Él permaneció dubitativo y dijo que volvería en otra ocasión. La jovencita aceptó y cordialmente lo acompañó a la salida. En el transcurso del camino se encontraron con otra jovencita exactamente igual a quien le acompañaba, pero él fingió no notarlo. Al salir se despidió y una vez que se alejó lo suficiente, tomó su intercomunicador y dijo: confirmado, la doctora ha sido… No pudo terminar su mensaje, pues un fuerte pulso eléctrico lo desvaneció. Una de las jovencitas le había disparado y después arrastró su cuerpo dentro de la casa. Pasó media hora y salió otro inspector idéntico al primero y a través del intercomunicador rectificó su mensaje: la doctora se encuentra bien. Fin del comunicado.