¿PSM?
¿De qué diablos estoy hablando?
Solo fue una forma de abreviar y no olvidar un modelo mental que me generé que me permite entender o explicar cierta problemática (Psicología, Social, Material).
¿Cuál es esa problemática?
Es la de mis malestares, una forma de explicarme cómo veo que funcionan las cosas. Un acercamiento a distintos puntos de vista, información que recopilo mentalmente y que trato de moldear para darle sentido a mi realidad.
¿Por dónde comienzo?
Iba conduciendo hacia casa de mis papás como en otros fines de semana. Cuando de pronto me pregunté si debía poner música o si debía poner un podcast para hacerme de compañía. Pero recordé que dejé de hacer algo: Hablar en voz alta.
En otra ocasión encontré muy terapéutico escuchar mi propia voz, como si me estuviera platicando a mí mismo algo. Pues encontré que una cosa es vivir en la mente, donde los pensamientos corren y fluyen sin control y a una velocidad muy rápida, lo cual no pasa de la misma manera si lo hablo o incluso si lo escribo.
Hablar o escribir me obliga a estructurar mis pensamientos. De lo contrario, suenan como ideas inconexas. Si las expresara tal cual, probablemente no me entenderían, porque doy por hecho cosas que mi cerebro procesa de manera instantánea, como si tuviera un índice interno que me permite acceder a toda la información de un tema específico.
Bueno, comencé a hablar conmigo mismo. Donde siempre comienzo esa conversación con: ¿Cómo me siento? y termino respondiendo bien, mal o en ocasiones con un "no sé". Pero es patente que después de eso viene invariablemente una pregunta: ¿por qué me siento así?
Y así comienzo una plática que me lleva a escudriñar las distintas razones. Las mismas pueden variar entre el simple hecho de que me acaba de pasar algo que me da felicidad, un reconocimiento, me llega algún paquete o quizá el mismo día, van a transmitir uno de los programas que me gustan.
Pero hay otras ocasiones en las que incluso esa felicidad me hace preguntarme ¿por qué ese día específicamente me siento así? no sospechando que algo malo ha de pasar, sino por contraste; cuando me siento mal, tampoco se muchas veces la razón.
Y en un intento desesperado de cuestionar y tratar de responder con honestidad, al encontrarme solo, termino diciendo cosas sin pensar, que me dan pistas de lo que podría estar ocurriendo o que genera conexiones en mi cabeza que hacen clic; ésta es una de esas.
Comienzo por intentar entender el ¿por qué? en una serie de silogismos (cadena de pensamientos con lógica), que podrían explicar la condición. Como en la programación, puedes ver el efecto y tienes que generar un mapa mental del sistema que permita entender por qué el output (la salida) es el que es.
En ese intento de explicarme mi comportamiento, trato de encontrar las relaciones y similitudes con otras conductas de mi pasado, su posible origen y la manera en que me impacta en la actualidad, en contraste a su vez con las que observo de los demás.
Una pregunta sencilla como ¿por qué te gusta el anime? fácilmente se puede convertir en una maraña de preguntas que buscan encontrar la razón de esa conducta o gusto. Mi alma inquieta por respuestas, busca entender las razones originales de las preguntas más simples y las complejas. Y todo ello siempre aderezado con sesgos que encuentro en textos filosóficos o científicos que en mi opinión me dan una dirección más tangible, real y "objetiva", a diferencia de las "opiniones" que todos vemos en videos a través de las redes sociales.
Eso me deja con muchas piezas de un rompecabezas gigante, que no puede ser armado si vemos las piezas de manera individual, por lo que tengo que abstraer un sistema (como en la programación). Ese sistema debe poder generalizar las problemáticas y a su vez responder la mayor parte de escenarios que se le apliquen.
Fue a través de ese proceso, que en mi soliloquio camino a casa, me imaginé una perspectiva que planteara de manera integral, las diferentes dimensiones de mis problemáticas personales.
Primera parte (Material)
La cuestión inicial es sencilla, ¿somos simplemente una bolsa de químicos andante? La psiquiatría hasta donde tengo conocimiento, como objeto de estudio y para fines prácticos nos ve así, lo cual me recordó el meme que posteé un día antes en el grupo que tenemos con unos amigos.
y cuestionando ¿Saber que solo buscamos dopamina, respondería de manera "simple" nuestros problemas? y eso a su vez me recordó el capítulo de South Park donde Satanás le explica a Stan sobre "la dopamina" cuando se volvió adicto a los juegos freemium de celular.
Y me llevó a preguntarme si mis malestares son así de fácil de ver y solucionar ¿Solo es problema de cableado? ¿Solo es cuestión de sustancias y balances químicos? ¿Todos nuestros problemas provienen de las dosis y equilibrio de esas sustancias?
Me pareció muy simplón decir que sí, pero no lo descarto por el rigor científico que conlleva aceptar la existencia de esos neurotransmisores y la recepción de dopamina y otras sustancias químicas.
Me puse a pensar si mis problemas se resolvían con nivelar esos químicos, entonces hice el ejercicio mental. Recordé la última experiencia mas cercana, donde comenzar a consumir Omega 3 me ayudó mucho, por lo que me dijo mi terapeuta y la investigación que hice, encontré que efectivamente es un precursor de serotonina. ¿Pero qué tal mi alcoholismo? ¿Es por falta de ese químico cuando ya lo obtengo de otros lados? ¿Qué tal la depresión después de una pérdida? ¿Qué hay de una ruptura amorosa? ¿Qué hay de la decepción en un trabajo?
Hablando del alcoholismo, recordé un video que hicieron un par de chicas privilegiadas para el canal de un noticiero, donde si bien era una charla, me hicieron pensar que no estoy tan loco, pues esa conclusión estaba presente ahí también. La ya mencionada "adicción a la dopamina" que está presente cuando uno bebe; pues no se es adicto al alcohol en sí mismo, sino a la sustancia que genera su consumo, por eso está muy asociado a la fiesta, para olvidar después de una ruptura amorosa, etc. Es como una píldora del químico, pero instantánea, que por cuestiones también químicas desestabiliza los receptores por el envenenamiento al cerebro y al hígado al día siguiente.
Intentando cuadrar los otros casos, es algo similar, sea porque el flujo de la sustancia que encontramos en ciertas conductas, personas o actividades, al ser interrumpidas, generan un déficit del químico, generando un síndrome de abstinencia y malestar como en un adicto.
¿Pero, eso puede explicar todo? ¿Qué hay de las ocasiones en que uno bebe por que creció con amigos que lo hacían, y ya lo tiene en automático? ¿Qué hay de las personas que buscan muchas parejas por validación social? ¿Cuáles son los límites explicativos de esa perspectiva?
Segunda Parte (Social)
Si algo he aprendido es que muchos fenómenos escapan a nuestro entendimiento cuando vemos solo las partes por separado. Cuando vemos solo las piezas por lo que son y no su interacción con otros sistemas o como un todo.
Es ahí donde la parte social, me ha dejado ver que muchos de los fenómenos son explicados por esa perspectiva, como las clases sociales interactúan entre sí, incluso saber por qué la frase "el pobre es pobre porque quiere" es una falacia. Cómo con solo echarle ganas, uno no necesariamente sale adelante.
Los fenómenos sociales son una manera en que podemos acercarnos a nuestra sociedad, ver su entorno, sus interacciones y lograr ver razones que no son reductibles al individuo o a sus partes por separado como en los fenómenos emergentes.
Continuando con el ejemplo de mi alcoholismo, yo decido conscientemente beber, pero también hay un rol social que me orilla o me genera una tendencia o alta probabilidad de hacerlo, pues la publicidad en todos lados me dice que es "normal", mis amigos no ven un problema en beber hasta el hartazgo, está tan normalizado, al punto en que incluso muchas de las personas que conozco presumen de "cuanto aguantan" o de "cuanto beben", que si quisiera ponerle otras palabras sería: orgullo por dañarse o intoxicarse.
Esos fenómenos sociales trasladado al punto anterior (lo material), me deja ver que hay muchas conductas que me fueron inculcadas de manera consciente o inconsciente y que, si bien yo decidí hacerlas, el medio tiene una injerencia.
Ahora, me queda escudriñar en los fenómenos sociales que me permitan identificar muchas de mis conductas, algunas inducidas y muchas adoptadas, un ejemplo claro, es el vato que presume de tener muchas mujeres atraídas por él. Comienzo a preguntarme mezclando las dos perspectivas:
¿Esa forma de obtener dopamina a través de la validación masculina, es propia del individuo o es adquirida? ¿Si es adquirida, quien o como la adquirió y por qué es tan común? ¿Es exclusivo de México o pasará en otros lugares?
La dimensión social, me permite imaginar, inferir o hipotetizar que es un constructo social que orilla a esa conducta, la cual se convierte en un medio de intercambio donde se obtiene dopamina a través de la repetición de dicha conducta (condicionamiento).
La hipótesis que me surge de ello es: Existen fenómenos sociales que influyen significativamente en conductas humanas comúnmente atribuidas a la personalidad individual.
Tercera parte (Psicológica)
Entendiendo los dos puntos anteriores, no puedo evitar pensar en una tercera dimensión: la psicológica. Esta dota a la individualidad de una mezcla de lo material y lo social. Como planteé en mi hipótesis, muchas conductas surgen de constructos sociales, otras de la necesidad de dopamina, y otras más de deseos propios o inculcados.
Retomando y aplicándolo al ejemplo de mi alcoholismo, veo que, primero encuentro un desenfreno por obtenerla en cantidades ingentes cuando bebo, por ello no paro de beber una vez que comienzo. Socialmente como lo expliqué me encuentro atrapado entre la normalización social y la publicidad.
Y a nivel psicológico encuentro una disonancia en mi caso, en relación con los puntos anteriores, pues al día siguiente de haber bebido, siempre encuentro un malestar emocional y mental. Una discordancia entre lo que quiero, digo querer y lo que hago; aquello que tiene un significado para mí, lo que siento y lo que deseo.
Entiendo en la parte psicológica, un abstracto que le da dirección y significado a lo material y social, donde su mezcla, producto de la idiosincrasia material y cultural, forman las conductas individuales y sus particularidades.
Una vez construido lo anterior puedo empezar a poner a prueba la teoría con planteamientos a resolver, como los que mencioné anteriormente.
Dejándome una imagen mental de que, un individuo es un sistema que interactúa con otros sistemas, formado por otros sistemas a su vez, complicado por el número de factores posibles, pero extrayendo cosas esenciales en conceptos abstractos que permiten su análisis como un rompecabezas.
Es reduccionista, pero para efectos prácticos, simplificar como se suele hacer con diagramas de procesos o en programación, siempre ayuda a conceptualizar y reproducir.
Parte Final
Después de desglosar todos esos conceptos, me quedé con la inquietud de poner a prueba con más ejemplos ese sistema, principalmente los que me aquejan. Lo cual me llevó a notar cosas que no veía antes y que ahora las respuestas parecían más evidentes, pero debía ir con cuidado, pues habría de plantearlas más como una posibilidad, que una conclusión sólida.
Por ejemplo, en mi alcoholismo, me parece que estoy esperando y recibo mucha dopamina de esa "píldora" cada vez que convivo con mis amigos, por lo que mi receptor se va haciendo más grande como un estómago, necesitando cada vez más. Por lo que la respuesta parece simple; así como los adictos, necesitan comenzar con una desintoxicación, yo requiero un periodo de abstinencia que me permita sobrellevar la realidad con los niveles bajos del neurotransmisor.
Una vez en proceso y aceptándolo, pienso que se puede trabajar desde distintos ángulos en paralelo, como potenciar otras actividades que compensen esa dosis que no está llegando o incluso generando nuevas conductas o hábitos que refuercen el suministro, haciendo innecesaria la del alcohol.
Cabe mencionar, que antes de concebir todo esto, durante una comida y viendo el meme que compartí, me acordé que en un stream del SrSanto, mencionó algo llamado desensibilización sistemática e investigando un poco, es un método usado por la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento de fobias y ansiedad, exponiendo de una u otra manera a la persona a aquello que le causa ese malestar.
Seguido de eso, me puse a buscar si había alguna una forma de resolver el problema planteado por el meme con ese método, pues leí que ya era algo viejo. Supuse que habría métodos más modernos para lidiar con ello y encontré que es un problema de buscar recompensas rápidas en lugar de enfocarse en el esfuerzo (lo cual me hizo mucho sentido con lo que yo venía experimentando y de lo que ya escribí otro post)
Vi que existía algo llamado desintoxicación de dopamina, que como su nombre lo dice, evitar la exposición a esas recompensas inmediatas y otras más como: Asociar recompensa con el esfuerzo (lo cual me recordó inmediatamente con mi "Resignificación del placer a través del esfuerzo"), Técnica Pomodoro, Conciencia del problema y el autocuidado.
Decidí averiguar cómo lo abordan los enfoques específicos de Cognitivo-Conductual y del enfoque Sistémico.
Encontrando que el CC lo aborda desde:
Identificación de pensamientos automáticos (Reestructuración cognitiva).
Modificación de hábitos (Exposición progresiva).
Técnicas conductuales (Recompensas y estrategias).
Entrenamiento en tolerancia al malestar.
A su vez el sistémico aplica:
Exploración del contexto (Razones que alimentan la conducta).
Intervención en los sistemas (Razones ambientales que refuerzan la conducta).
Construcción del significado(¿Qué papel cumple la persona en esa dinámica?).
Trabajo con dinámicas relacionales (¿El problema, afecta las relaciones de la persona?).
Teniendo el contexto del contexto, pareciera evidente el por qué concluí con esta visión que relaciona el medio, el individuo, su psique, su conducta, la recompensa y la necesidad de dopamina y otros químicos.
Ejemplos prácticos
A continuación, expongo ejemplos que se me ocurrieron como ejercicio mental.
1. Ejemplo: Procrastinación crónica
Material: La procrastinación está ligada a la búsqueda de dopamina rápida (ej: scroll infinito en redes, ver series) vs. la recompensa tardía de hacer la tarea.
Social: Vivimos en una cultura que celebra la "multitarea" pero castiga el fracaso. Memes como los de "El lunes sin falta carnal" normaliza dejar las cosas para después.
Psicológico: Miedo al fracaso o a no cumplir con estándares autoimpuestos (ej: "Si no lo hago perfecto, mejor no lo hago").
Cómo abordarlo con PSM:
Material: Usar bloqueadores de apps, para reducir fuentes de dopamina rápida.
Social: Buscar actividades que prioricen el progreso sobre la perfección.
Psicológico: Dejar de lado el pensamiento "Debo hacerlo perfecto" y reconocerse logros.
2. Ejemplo: Ansiedad social en reuniones
Material: Sudoración, taquicardia (respuesta física al cortisol).
Social: Presión por cumplir con expectativas de "extroversión" en entornos laborales.
Psicológico: Narrativa interna de "No encajo aquí" o "Me van a juzgar".
Cómo abordarlo con PSM:
Material: Ejercicios de respiración antes del evento para regular el sistema nervioso.
Social: Buscar aliados en la reunión (ej: colegas con intereses similares) para crear "islas de seguridad".
Psicológico: Reemplazar "¿Qué piensan de mí?" por "¿Qué puedo aportar yo?".
3. Ejemplo: Adicción al trabajo (mi caso del alcoholismo aplicado a otro contexto)
Material: La dopamina de cumplir metas laborales se vuelve adictiva, ignorando el agotamiento.
Social: Cultura de "hustle" donde el éxito se mide por horas trabajadas, no por resultados.
Psicológico: Autoestima ligada a la productividad ("Si no trabajo, no valgo").
Cómo abordarlo con PSM:
Material: Programar alarmas para pausas obligatorias cada 2 horas (usar técnicas Pomodoro).
Social: Hablar con colegas para normalizar límites laborales (ej: "No responder emails después de las 8 PM").
Psicológico: Reemplazar "Soy lo que produzco" por "Soy lo que elijo priorizar".
Conclusión:
"El modelo PSM no es una varita mágica, sino un lente para descomponer problemas en partes manejables. Como un programador que debuguea su código, podemos aislar variables: ¿Es esto un desbalance químico? ¿Una presión social internalizada? ¿O una herida psicológica que se disfraza de hábito? La próxima vez que te encuentres atrapado en un ciclo dañino, pregúntate:
Material: ¿Qué recompensa inmediata obtengo de esto?
Social: ¿Quién o qué me hizo creer que esto es 'normal'?
Psicológico: ¿Qué historia me cuento a mí mismo para justificarlo?
Y no olvidar: incluso el sistema más complejo se puede reescribir.
Y si bien estoy muy convencido de que esto podría permitir ver con más claridad como abordar ciertos problemas, de pronto como lo expliqué en otro post MindfuLoops. Me siento como un hippie que la naturaleza le habló y le dio la respuesta de cómo vivir y aún más como un mitómano que necesita de sus mentiras para seguir recibiendo su recompensa pese a ya no querer. Así yo con tratar de entender y darle sentido a todo.
Al final, seguiré poniendo a prueba ésta nueva visión, que de alguna manera me emociona y que me permite explorar alternativas para mejorar mi persona.
Y bien lo decía el Dharius:
Ando al borde de la demencia, maldita drogodependenciaCreo que ya firmé mi sentencia, odio el síndrome de abstinenciaNo aguanto y no tengo paciencia, me sigue hablando mi conscienciaMe dice: "No pares, no pares, deja de pensar tanto en las consecuencias"...
https://www.youtube.com/watch?v=DvfpoLiPuq4
¿PSM?
¿De qué diablos estoy hablando?
Solo fue una forma de abreviar y no olvidar un modelo mental que me generé que me permite entender o explicar cierta problemática (Psicología, Social, Material).
¿Cuál es esa problemática?
Es la de mis malestares, una forma de explicarme cómo veo que funcionan las cosas. Un acercamiento a distintos puntos de vista, información que recopilo mentalmente y que trato de moldear para darle sentido a mi realidad.
¿Por dónde comienzo?
Iba conduciendo hacia casa de mis papás como en otros fines de semana. Cuando de pronto me pregunté si debía poner música o si debía poner un podcast para hacerme de compañía. Pero recordé que dejé de hacer algo: Hablar en voz alta.
En otra ocasión encontré muy terapéutico escuchar mi propia voz, como si me estuviera platicando a mí mismo algo. Pues encontré que una cosa es vivir en la mente, donde los pensamientos corren y fluyen sin control y a una velocidad muy rápida, lo cual no pasa de la misma manera si lo hablo o incluso si lo escribo.
Hablar o escribir me obliga a estructurar mis pensamientos. De lo contrario, suenan como ideas inconexas. Si las expresara tal cual, probablemente no me entenderían, porque doy por hecho cosas que mi cerebro procesa de manera instantánea, como si tuviera un índice interno que me permite acceder a toda la información de un tema específico.
Bueno, comencé a hablar conmigo mismo. Donde siempre comienzo esa conversación con: ¿Cómo me siento? y termino respondiendo bien, mal o en ocasiones con un “no sé”. Pero es patente que después de eso viene invariablemente una pregunta: ¿por qué me siento así?
Y así comienzo una plática que me lleva a escudriñar las distintas razones. Las mismas pueden variar entre el simple hecho de que me acaba de pasar algo que me da felicidad, un reconocimiento, me llega algún paquete o quizá el mismo día, van a transmitir uno de los programas que me gustan.
Pero hay otras ocasiones en las que incluso esa felicidad me hace preguntarme ¿por qué ese día específicamente me siento así? no sospechando que algo malo ha de pasar, sino por contraste; cuando me siento mal, tampoco se muchas veces la razón.
Y en un intento desesperado de cuestionar y tratar de responder con honestidad, al encontrarme solo, termino diciendo cosas sin pensar, que me dan pistas de lo que podría estar ocurriendo o que genera conexiones en mi cabeza que hacen clic; ésta es una de esas.
Comienzo por intentar entender el ¿por qué? en una serie de silogismos (cadena de pensamientos con lógica), que podrían explicar la condición. Como en la programación, puedes ver el efecto y tienes que generar un mapa mental del sistema que permita entender por qué el output (la salida) es el que es.
En ese intento de explicarme mi comportamiento, trato de encontrar las relaciones y similitudes con otras conductas de mi pasado, su posible origen y la manera en que me impacta en la actualidad, en contraste a su vez con las que observo de los demás.
Una pregunta sencilla como ¿por qué te gusta el anime? fácilmente se puede convertir en una maraña de preguntas que buscan encontrar la razón de esa conducta o gusto. Mi alma inquieta por respuestas, busca entender las razones originales de las preguntas más simples y las complejas. Y todo ello siempre aderezado con sesgos que encuentro en textos filosóficos o científicos que en mi opinión me dan una dirección más tangible, real y “objetiva”, a diferencia de las “opiniones” que todos vemos en videos a través de las redes sociales.
Eso me deja con muchas piezas de un rompecabezas gigante, que no puede ser armado si vemos las piezas de manera individual, por lo que tengo que abstraer un sistema (como en la programación). Ese sistema debe poder generalizar las problemáticas y a su vez responder la mayor parte de escenarios que se le apliquen.
Fue a través de ese proceso, que en mi soliloquio camino a casa, me imaginé una perspectiva que planteara de manera integral, las diferentes dimensiones de mis problemáticas personales.
Primera parte (Material)
La cuestión inicial es sencilla, ¿somos simplemente una bolsa de químicos andante? La psiquiatría hasta donde tengo conocimiento, como objeto de estudio y para fines prácticos nos ve así, lo cual me recordó el meme que posteé un día antes en el grupo que tenemos con unos amigos.
y cuestionando ¿Saber que solo buscamos dopamina, respondería de manera “simple” nuestros problemas? y eso a su vez me recordó el capítulo de South Park donde Satanás le explica a Stan sobre “la dopamina” cuando se volvió adicto a los juegos freemium de celular.
Y me llevó a preguntarme si mis malestares son así de fácil de ver y solucionar ¿Solo es problema de cableado? ¿Solo es cuestión de sustancias y balances químicos? ¿Todos nuestros problemas provienen de las dosis y equilibrio de esas sustancias?
Me pareció muy simplón decir que sí, pero no lo descarto por el rigor científico que conlleva aceptar la existencia de esos neurotransmisores y la recepción de dopamina y otras sustancias químicas.
Me puse a pensar si mis problemas se resolvían con nivelar esos químicos, entonces hice el ejercicio mental. Recordé la última experiencia mas cercana, donde comenzar a consumir Omega 3 me ayudó mucho, por lo que me dijo mi terapeuta y la investigación que hice, encontré que efectivamente es un precursor de serotonina. ¿Pero qué tal mi alcoholismo? ¿Es por falta de ese químico cuando ya lo obtengo de otros lados? ¿Qué tal la depresión después de una pérdida? ¿Qué hay de una ruptura amorosa? ¿Qué hay de la decepción en un trabajo?
Hablando del alcoholismo, recordé un video que hicieron un par de chicas privilegiadas para el canal de un noticiero, donde si bien era una charla, me hicieron pensar que no estoy tan loco, pues esa conclusión estaba presente ahí también. La ya mencionada “adicción a la dopamina” que está presente cuando uno bebe; pues no se es adicto al alcohol en sí mismo, sino a la sustancia que genera su consumo, por eso está muy asociado a la fiesta, para olvidar después de una ruptura amorosa, etc. Es como una píldora del químico, pero instantánea, que por cuestiones también químicas desestabiliza los receptores por el envenenamiento al cerebro y al hígado al día siguiente.
Intentando cuadrar los otros casos, es algo similar, sea porque el flujo de la sustancia que encontramos en ciertas conductas, personas o actividades, al ser interrumpidas, generan un déficit del químico, generando un síndrome de abstinencia y malestar como en un adicto.
¿Pero, eso puede explicar todo? ¿Qué hay de las ocasiones en que uno bebe por que creció con amigos que lo hacían, y ya lo tiene en automático? ¿Qué hay de las personas que buscan muchas parejas por validación social? ¿Cuáles son los límites explicativos de esa perspectiva?
Segunda Parte (Social)
Si algo he aprendido es que muchos fenómenos escapan a nuestro entendimiento cuando vemos solo las partes por separado. Cuando vemos solo las piezas por lo que son y no su interacción con otros sistemas o como un todo.
Es ahí donde la parte social, me ha dejado ver que muchos de los fenómenos son explicados por esa perspectiva, como las clases sociales interactúan entre sí, incluso saber por qué la frase “el pobre es pobre porque quiere” es una falacia. Cómo con solo echarle ganas, uno no necesariamente sale adelante.
Los fenómenos sociales son una manera en que podemos acercarnos a nuestra sociedad, ver su entorno, sus interacciones y lograr ver razones que no son reductibles al individuo o a sus partes por separado como en los fenómenos emergentes.
Continuando con el ejemplo de mi alcoholismo, yo decido conscientemente beber, pero también hay un rol social que me orilla o me genera una tendencia o alta probabilidad de hacerlo, pues la publicidad en todos lados me dice que es “normal”, mis amigos no ven un problema en beber hasta el hartazgo, está tan normalizado, al punto en que incluso muchas de las personas que conozco presumen de “cuanto aguantan” o de “cuanto beben”, que si quisiera ponerle otras palabras sería: orgullo por dañarse o intoxicarse.
Esos fenómenos sociales trasladado al punto anterior (lo material), me deja ver que hay muchas conductas que me fueron inculcadas de manera consciente o inconsciente y que, si bien yo decidí hacerlas, el medio tiene una injerencia.
Ahora, me queda escudriñar en los fenómenos sociales que me permitan identificar muchas de mis conductas, algunas inducidas y muchas adoptadas, un ejemplo claro, es el vato que presume de tener muchas mujeres atraídas por él. Comienzo a preguntarme mezclando las dos perspectivas:
¿Esa forma de obtener dopamina a través de la validación masculina, es propia del individuo o es adquirida? ¿Si es adquirida, quien o como la adquirió y por qué es tan común? ¿Es exclusivo de México o pasará en otros lugares?
La dimensión social, me permite imaginar, inferir o hipotetizar que es un constructo social que orilla a esa conducta, la cual se convierte en un medio de intercambio donde se obtiene dopamina a través de la repetición de dicha conducta (condicionamiento).
La hipótesis que me surge de ello es: Existen fenómenos sociales que influyen significativamente en conductas humanas comúnmente atribuidas a la personalidad individual.
Tercera parte (Psicológica)
Entendiendo los dos puntos anteriores, no puedo evitar pensar en una tercera dimensión: la psicológica. Esta dota a la individualidad de una mezcla de lo material y lo social. Como planteé en mi hipótesis, muchas conductas surgen de constructos sociales, otras de la necesidad de dopamina, y otras más de deseos propios o inculcados.
Retomando y aplicándolo al ejemplo de mi alcoholismo, veo que, primero encuentro un desenfreno por obtenerla en cantidades ingentes cuando bebo, por ello no paro de beber una vez que comienzo. Socialmente como lo expliqué me encuentro atrapado entre la normalización social y la publicidad.
Y a nivel psicológico encuentro una disonancia en mi caso, en relación con los puntos anteriores, pues al día siguiente de haber bebido, siempre encuentro un malestar emocional y mental. Una discordancia entre lo que quiero, digo querer y lo que hago; aquello que tiene un significado para mí, lo que siento y lo que deseo.
Entiendo en la parte psicológica, un abstracto que le da dirección y significado a lo material y social, donde su mezcla, producto de la idiosincrasia material y cultural, forman las conductas individuales y sus particularidades.
Una vez construido lo anterior puedo empezar a poner a prueba la teoría con planteamientos a resolver, como los que mencioné anteriormente.
Dejándome una imagen mental de que, un individuo es un sistema que interactúa con otros sistemas, formado por otros sistemas a su vez, complicado por el número de factores posibles, pero extrayendo cosas esenciales en conceptos abstractos que permiten su análisis como un rompecabezas.
Es reduccionista, pero para efectos prácticos, simplificar como se suele hacer con diagramas de procesos o en programación, siempre ayuda a conceptualizar y reproducir.
Parte Final
Después de desglosar todos esos conceptos, me quedé con la inquietud de poner a prueba con más ejemplos ese sistema, principalmente los que me aquejan. Lo cual me llevó a notar cosas que no veía antes y que ahora las respuestas parecían más evidentes, pero debía ir con cuidado, pues habría de plantearlas más como una posibilidad, que una conclusión sólida.
Por ejemplo, en mi alcoholismo, me parece que estoy esperando y recibo mucha dopamina de esa “píldora” cada vez que convivo con mis amigos, por lo que mi receptor se va haciendo más grande como un estómago, necesitando cada vez más. Por lo que la respuesta parece simple; así como los adictos, necesitan comenzar con una desintoxicación, yo requiero un periodo de abstinencia que me permita sobrellevar la realidad con los niveles bajos del neurotransmisor.
Una vez en proceso y aceptándolo, pienso que se puede trabajar desde distintos ángulos en paralelo, como potenciar otras actividades que compensen esa dosis que no está llegando o incluso generando nuevas conductas o hábitos que refuercen el suministro, haciendo innecesaria la del alcohol.
Cabe mencionar, que antes de concebir todo esto, durante una comida y viendo el meme que compartí, me acordé que en un stream del SrSanto, mencionó algo llamado desensibilización sistemática e investigando un poco, es un método usado por la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento de fobias y ansiedad, exponiendo de una u otra manera a la persona a aquello que le causa ese malestar.
Seguido de eso, me puse a buscar si había alguna una forma de resolver el problema planteado por el meme con ese método, pues leí que ya era algo viejo. Supuse que habría métodos más modernos para lidiar con ello y encontré que es un problema de buscar recompensas rápidas en lugar de enfocarse en el esfuerzo (lo cual me hizo mucho sentido con lo que yo venía experimentando y de lo que ya escribí otro post)
Vi que existía algo llamado desintoxicación de dopamina, que como su nombre lo dice, evitar la exposición a esas recompensas inmediatas y otras más como: Asociar recompensa con el esfuerzo (lo cual me recordó inmediatamente con mi “Resignificación del placer a través del esfuerzo“), Técnica Pomodoro, Conciencia del problema y el autocuidado.
Decidí averiguar cómo lo abordan los enfoques específicos de Cognitivo-Conductual y del enfoque Sistémico.
Encontrando que el CC lo aborda desde:
- Identificación de pensamientos automáticos (Reestructuración cognitiva).
- Modificación de hábitos (Exposición progresiva).
- Técnicas conductuales (Recompensas y estrategias).
- Entrenamiento en tolerancia al malestar.
A su vez el sistémico aplica:
- Exploración del contexto (Razones que alimentan la conducta).
- Intervención en los sistemas (Razones ambientales que refuerzan la conducta).
- Construcción del significado(¿Qué papel cumple la persona en esa dinámica?).
- Trabajo con dinámicas relacionales (¿El problema, afecta las relaciones de la persona?).
Teniendo el contexto del contexto, pareciera evidente el por qué concluí con esta visión que relaciona el medio, el individuo, su psique, su conducta, la recompensa y la necesidad de dopamina y otros químicos.
Ejemplos prácticos
A continuación, expongo ejemplos que se me ocurrieron como ejercicio mental.
1. Ejemplo: Procrastinación crónica
- Material: La procrastinación está ligada a la búsqueda de dopamina rápida (ej: scroll infinito en redes, ver series) vs. la recompensa tardía de hacer la tarea.
- Social: Vivimos en una cultura que celebra la “multitarea” pero castiga el fracaso. Memes como los de “El lunes sin falta carnal” normaliza dejar las cosas para después.
- Psicológico: Miedo al fracaso o a no cumplir con estándares autoimpuestos (ej: “Si no lo hago perfecto, mejor no lo hago”).
Cómo abordarlo con PSM:
- Material: Usar bloqueadores de apps, para reducir fuentes de dopamina rápida.
- Social: Buscar actividades que prioricen el progreso sobre la perfección.
- Psicológico: Dejar de lado el pensamiento “Debo hacerlo perfecto” y reconocerse logros.
2. Ejemplo: Ansiedad social en reuniones
- Material: Sudoración, taquicardia (respuesta física al cortisol).
- Social: Presión por cumplir con expectativas de “extroversión” en entornos laborales.
- Psicológico: Narrativa interna de “No encajo aquí” o “Me van a juzgar”.
Cómo abordarlo con PSM:
- Material: Ejercicios de respiración antes del evento para regular el sistema nervioso.
- Social: Buscar aliados en la reunión (ej: colegas con intereses similares) para crear “islas de seguridad”.
- Psicológico: Reemplazar “¿Qué piensan de mí?” por “¿Qué puedo aportar yo?”.
3. Ejemplo: Adicción al trabajo (mi caso del alcoholismo aplicado a otro contexto)
- Material: La dopamina de cumplir metas laborales se vuelve adictiva, ignorando el agotamiento.
- Social: Cultura de “hustle” donde el éxito se mide por horas trabajadas, no por resultados.
- Psicológico: Autoestima ligada a la productividad (“Si no trabajo, no valgo”).
Cómo abordarlo con PSM:
- Material: Programar alarmas para pausas obligatorias cada 2 horas (usar técnicas Pomodoro).
- Social: Hablar con colegas para normalizar límites laborales (ej: “No responder emails después de las 8 PM”).
- Psicológico: Reemplazar “Soy lo que produzco” por “Soy lo que elijo priorizar”.
Conclusión:
“El modelo PSM no es una varita mágica, sino un lente para descomponer problemas en partes manejables. Como un programador que debuguea su código, podemos aislar variables: ¿Es esto un desbalance químico? ¿Una presión social internalizada? ¿O una herida psicológica que se disfraza de hábito? La próxima vez que te encuentres atrapado en un ciclo dañino, pregúntate:
- Material: ¿Qué recompensa inmediata obtengo de esto?
- Social: ¿Quién o qué me hizo creer que esto es ‘normal’?
- Psicológico: ¿Qué historia me cuento a mí mismo para justificarlo?
Y no olvidar: incluso el sistema más complejo se puede reescribir.
Y si bien estoy muy convencido de que esto podría permitir ver con más claridad como abordar ciertos problemas, de pronto como lo expliqué en otro post MindfuLoops. Me siento como un hippie que la naturaleza le habló y le dio la respuesta de cómo vivir y aún más como un mitómano que necesita de sus mentiras para seguir recibiendo su recompensa pese a ya no querer. Así yo con tratar de entender y darle sentido a todo.
Al final, seguiré poniendo a prueba ésta nueva visión, que de alguna manera me emociona y que me permite explorar alternativas para mejorar mi persona.
Y bien lo decía el Dharius:
Ando al borde de la demencia,
maldita drogodependencia
Creo que ya firmé mi sentencia,
odio el síndrome de abstinencia
No aguanto y no tengo paciencia,
me sigue hablando mi consciencia
Me dice: “No pares, no pares,
deja de pensar tanto en las consecuencias”…